CONTRATACIÓN PÚBLICA Y CORRUPCIÓN


¿Es posible vivir en un país sin corrupción? Será una simple utopía de algunos idealistas que piensan un territorio gobernado y direccionado única y exclusivamente a satisfacer en un alto porcentaje las necesidades de la sociedad civil, siendo esta su principal razón de ser. O de hecho si cabe un Estado en nuestra época actual, marcada y/o rodeada por la globalización, la competencia comercial y económica, el beneficio personal y otros factores no menos importantes que los ya mencionados, los cuales conllevan a ejecutar actos de cohecho.


El siguiente ensayo se delimita a analizar esta enfermedad en el manejo de la cosa pública en Costa Rica y en las compras del Estado, donde se evidenciará que nuestro país no esta exento de sufrir este mal y que por muchos años, los altos mandos de nuestro gobierno pecan de influenciar las decisiones de un contrato y obtener beneficios propios.

No quiero dar inicio al desarrollo del presente escrito, sin antes dar a conocer la definición de corrupción, donde según el Banco Mundial es el abuso de un cargo público a cambio de una ganancia privada. Que para efectos de este ensayo, la anterior definición es la que envuelve el contexto para empezar el desarrollo.

Cuando al Estado costarricense se le presenta una necesidad en la sociedad, en el territorio nacional o en sus instituciones y por sus propios medios es incapaz de satisfacerla, debe acudir a pactar un acuerdo voluntario con organizaciones privadas, ya sean nacionales o extranjeras. Cuando es el caso, en medio de la selección de oferentes, opciones, propuestas etc.,  surgen muchos elementos que resultan tentadores para los responsables y existen diversos vicios para adjudicarle el contrato a una empresa, situaciones como esta, es una de las que dan origen a cometer actos corrupción, para beneficio individual o de un grupo.

Para explicarme mejor, propongo el siguiente ejemplo: el hospital de niños necesita obtener determinado medicamento, ya que este no es otorgado por la CCSS, ante esta situación, la administración solicita el medicamento y varias empresas que lo venden y distribuyen se ofrecen a suministrárselo al hospital infantil, por lo que se entra como en concurso con las opciones de proveedores que se lograron. Una empresa de estas quiere adjudicarse el contrato, por lo que pacta un convenio con alguna o algunas personas que puedan influenciar la selección y los apremia, es decir, aplican injerencia en la toma de decisiones. Según conclusiones de un estudio de transparencia  realizado por Hacienda en coordinación con Transparencia Internacional Costa Rica, deduce que el sistema esta bien estructurado, pero en la práctica existe la posibilidad de que los funcionarios manipulen información para favorecer algún sector o proveedor. 

Por situaciones como la antes mencionada se creó en 1996 la ley de contratación administrativa, que pretende regular, fiscalizar y penar todo este tipo de situaciones, sin embargo, no se ha logrado neutralizar la corrupción en compras del Estado a organizaciones privadas. Para mí, son solo vagas intenciones por erradicar la corrupción, quienes la hacen, no la aplican. Y poco a poco el pueblo se ha ido enterando principalmente por medio de la prensa que las personas que fueron electas popularmente, juegan con los recursos públicos, y obtienen beneficios personales con ellos, irrespetando completamente ese deber de probidad que todo funcionario público está en la total obligación de ponerlo en práctica.

Me resulta importante destacar un dato, y es que la Organización de Transparencia Internacional realiza un estudio cada año en 183 países para publicar lo que se conoce como “Corruption Perception Index”, que posiciona a los territorios según el grado en el que se percibe la corrupción en el sector público, les asigna una nota en una escala de 0 a 10, donde 0 es un país que se percibe como altamente corrupto y 10  como un país que se percibe muy limpio. Para el año 2000 Costa Rica obtuvo una nota de  4,5 ocupando la poco honrosa posición 40 de 91 posibles, que para ese año, ese era el total de territorios estudiados. Sin embargo en el último índice publicado que fue para el año 2011 Costa Rica consigue una nota de 4,8 ocupando el lugar 50 de los 183 países tomados en cuenta en este estudio de transparencia internacional. Aquí cabe señalar que en ese intervalo de años se dieron a la luz pública los escándalos en los casos de ICE-Alcatel, CCSS-Fischel y más reciente la adjudicación del contrato de construcción de la autopista San José-Caldera a Autopistas del Sol y toda la novela del famoso “puente de la platina”.

Si bien es cierto, con respecto al año 2000 disminuyó el grado de corrupción percibiéndose en un 0,3 menos para el 2011. Esto no es de alegrarse o despreocuparse, todo lo contrario, seguimos teniendo altos grados de corrupción, principalmente donde se divisa más corrupción es en los niveles burocráticos altos y político alto, y con mayor frecuencia en los gobiernos locales, ¿será por esta razón que el régimen municipal se aprecia como uno de los mas débiles e incapaces de ejecutar todo su presupuesto y cumplir con sus competencias a cabalidad? Aquí distinguimos como se evidencia que la corrupción distorsiona la economía y trae mucho mayores consecuencias cuando afecta a los gobernados, desmoralizando a los contribuyentes, provocando la desacreditación a la autoridad, disminuyendo la credibilidad en nuestros gobiernos de turno, esto produce inestabilidad política al debilitar los procesos democráticos… la peor de las enfermedades que un Estado de derecho como el que gozamos pueda acarrear, menos participación ciudadana en los asuntos políticos de interés nacional conlleva a la disminución de la democracia. Conforme mas se concentra el poder en una sociedad, mas vulnerable se vuelve de ser afectada por la corrupción.

Tomando como referencia un artículo de la editorial de la Nación, sobre un informe que realizó la Contraloría General de la República  en el 2009, se demuestra que el Estado no ha aprendido a gastar los recursos puestos a su disposición, solo destaca el avance de la banca estatal que se prepara al ritmo de los cambios en el sistema financiero para no quedar al margen y el sector de obras públicas entre los mas deficientes. En las conclusiones generales denotan que con algunas pocas excepciones el Estado actúa sin establecer prioridades, con la ausencia de la planificación y mecanismos de supervisión y rendición de cuentas.

Debemos ser realistas, críticos y como sociedad trabajar junto con la prensa, la cual se presenta  como la organización más importante en la lucha contra la corrupción, debemos ser analistas, exigentes y cautelosos de elegir nuestros gobiernos y supervisar como, quienes y cuando se manipulan nuestros recursos. Varios autores y estudios infieren que el origen de la corrupción viene de la perdida de valores éticos, siendo esta la causa y efecto de la misma.

La corrupción en el mundo actual ya no es un problema local, nacional  o regional; se trata de un problema de escala mundial. Solo podremos enfrentarla con políticas de Estado permanentes e integrales, y con el respaldo de la cooperación internacional. Las intenciones se han desviado, el problema que ahonda es el nihilismo moral, hay que encontrar la forma de eliminar del sistema gubernamental a toda aquella persona que no se incline ante ninguna autoridad y que no acepte ningún principio.

La ley es clara y casos como estos deberían ser fuertemente penados, es un robo de los de cuello blanco a los aproximadamente cinco millones de habitantes de Costa Rica, son criminales y por ende tienen que estar donde la ley expresa que tienen que estar, al pueblo lo ataca el fenómeno de la ignorancia y el desinterés público, no esperemos a ser desfalcados y sufrir crisis económicas y políticas para despertar y marchar a la casa presidencial a sonar las ollas porque tenemos hambre.




Referencias bibliográficas

Campos, C. (2005). Contratación pública y corrupción: Un análisis particular de los principios rectores de la contratación administrativa. Recuperado de http://www.latindex.ucr.ac.cr/cienciasjuridicas-112/cj-112-07.pdf

Corruption perceptions index. (2011). Demands for better government must be heded. Recuperado de http://cpi.transparency.org/cpi2011/results/

La nación. (2010). Falencias de la contratación administrativa. Recuperado de http://www.nacion.com/2010-102/Opinion/Editorial/Opinion2538628.aspx

Ministerio de Haciendo. (s.f). Informe Nacional: Costa Rica. Recuperado de http://www.hacienda.go.cr/centro/datos/Articulo/Informe%20Nacional-Costa%20Rica-Contrataciones%20p%C3%BAblicas.pdf

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